He caminado por pueblos y ciudades buscándote, siempre buscándote
Me he dejado la voz en baretos porque creí que quizás tú me oirías
He arrastrado mi soledad y mi petate por miles de albergues
Un día creí oírte tras una esquina y al salir corriendo choqué con la farola
Tendida en el suelo y con un chichón en la frente supe que estabas cerca
Pero pasaron semanas, meses y no apareciste
Otro día de lluvia creí verte de nuevo, pero esta vez me contuve por miedo a los chichones
Tampoco eras tú...así que me cansé y decidí vivir sin buscar
Al cabo de seis meses, cantando en un bar de copas, oí tu risa
El resto del concierto canté para ti aunque no nos conocíamos
El resto de la historia la sabes, está vivida
Tus sonidos eran los míos y durante cuatro años cantamos a dúo.
Luego empezaste a cantar distinto, detrás de mí y no delante
Y yo cogí tortícolis para seguirte el ritmo
Un día te reíste de mi nuca torcida y por poco te mato
Cuando empezaron los gritos vimos que algo estaba roto,
por eso cogí mi petate y seguí sola hasta el próximo pueblo
Durante dos años canté en todas partes preguntándome para que había soñado tanto
Mi cabeza intentaba encontrarle el sentido a semejante desatino
pero era imposible resolver el rompecabezas de lo pasado
Así que un día abandoné el intento de entender algo
y seguí cantando al amor y al desamor con mi guitarra
Después de dos años, cantando en un escenario de verdad, volví a oír tu risa
Le di caña a mi guitarra y te regalé una canción
Te abracé fuerte a la salida del teatro y cuando te vi marchar supe que podía volver a soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario