sábado, 9 de noviembre de 2013

CORREO POSTAL

Sé que no te gusta leer, pero si te concentras podrás oír mi voz entre los renglones de esta carta. Hoy es mi cumpleaños, ha amanecido nublado y he recordado que no puedo cambiar el pasado. No puedo mamá. Puedo soñar que no cogí ese autobús. Soñar que vivimos juntas en el pueblo y que soy feliz. Soñar que no necesito nada porque lo que tu viviste nos basta a las dos. Mamá no te impacientes y sigue leyendo. Cogí ese autobús porque tu vida no era la mía. No sé si es mejor o peor, pero no era la mía. Tardé cuatro años en descubrirlo, hasta que un día me levanté en esta ciudad y no sentí más tu mirada en mi espalda. Ahora que yo soy yo y tú eres tú, puedo volver atrás y comprender los silencios. No pasa nada mami. No llores, tranquila... a pesar de todas las peleas, los rencores, mi ausencia... hoy he cumplido 30 años y lo único que la vida me ha enseñado es una certeza. Sí mamá una certeza. La certeza de que tú lo eres todo para mí.
PD: no sé quién llegará antes al pueblo, si esta carta o yo, porque desde que hay internet el correo postal está fatal y yo voy que vuelo de las ganas que tengo de abrazarte.


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