
A
pesar de todo lo que pasó después...
Estar
contigo era mascar goma mágica.
Era
reírle al tío feo que se llevó nuestro coche en aquella grúa
horrible.
Era
morir por comerme tus macarrones y verte orgullosa mirarme engullir.
Era
no pensar el lunes si el domingo a la tarde era contigo.
Era
no conocer el miedo a la muerte.
Era
no enfermar en tu ausencia, porque ambos sabíamos que estarías
allí.
A
pesar de los gritos que vinieron despúes.
Del horror de tu boca
congelada, del
dolor de no saber quién coño eras, de preguntarme en
qué momento te habían abducido, a
pesar del abandono, del insomnio, de la locura en mi cabeza, de la
rabia ahogándome,
estar
contigo era amar el aire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario