La tradición de las zanahorias es orar ante Zan, el padre Puchero. Yo soy Balo, soy zanahoria y soy leal a mi clan y a Zan por encima de todo. Mi casa está en la linde, y desde aquí puedo ver a los otros clanes.
Al sur acampa el clan patata. A veces me acerco a sus tierras y escondido observo cómo viven. Los patatas son chatos y de color apagado. Ellos también adoran a un padre Puchero, pero lo llaman Pat y es chato y de color feo como ellos. Mi padre me contó que varias generaciones atrás el clan zanahoria y el clan patata convivían juntas como tubérculos, pero llegó un momento en que los patatas se pusieron insoportables. Hubo una guerra y luego el acuerdo de paz de las raíces. Ahora cada clan tiene su tierra y ya no tenemos que aguantar a ese Pat falso y amarillento. Yo he nacido en época de paz y eso es bueno, pero aburrido. Me acerco a las tierras de los patatas para sentir un poco de miedo y asco.
Al este de la linde vive el clan garbanzo. Su tierra es tres veces más grande que la del resto de clanes. Los garbanzos son violentos y siempre están conquistando nuevas tierras. Mi padre siempre dice bajito: "robando tierras". Los garbanzos son pequeños y prepotentes. Todos les tienen mucho miedo. Yo también. Los garbanzos dicen que su padre Puchero, Gar, fue el primero. Los otros clanes nos hemos resistido siempre a aceptar esta verdad y muchos han muerto por ello. Para mi Gar es un padre ridículamente redondo y me causa risa, pero jamás me atrevería a decirlo en voz alta, porque enfrentarse a un garbanzo supone la muerte. Son expertos en la guerra y siempre consiguen más tierra. Nunca voy hacia el este.
Hacia el norte se encuentra el clan tocino. Los tocinos son conocidos por ser amables y pacíficos. Tienen aspecto grasiento y pesado y llevan siglos adorando a Toc, un padre Puchero de aspecto ridículo como ellos. Toc es el padre más débil y aburrido porque acepta a los otros padres y dice que todos juntos hacen a padre Puchero. Siempre sonríen. A veces me acerco a sus tierras y me río de ellos.
Lo único que compartimos todos los clanes es a madre Sopa. Todos flotamos en ella, y ella llega a cada rincón de Olla, la tierra donde vivimos todos los clanes. Gracias a Sopa flotamos seguros. Sin embargo, el peligro de Sopa es que, dependiendo de cómo se mueva Olla, a veces trae a nuestras tierras trozos de seres de otros clanes. Cuando eso pasa mi madre grita y llora. Estos trozos son enseguida aislados y devueltos a sus clanes, pero a veces permanecen con nosotros días hasta que podemos aprovechar los movimientos de Olla para devolverlos.
Mi padre es el encargado de custodiar a estos seres hasta que son devueltos. Hoy ha traído a casa a un niño del clan tocino que vivirá con nosotros unos días. Mi madre está histérica y nos ha prohibido hablarle, pero el niño tocino no para de preguntar y sonreír.
P: ¿Cómo te llamas?
B: Balo.
P: Yo me llamo Panceta.
B: Estás sudando, Panceta. (digo riéndome)
P: Nosotros siempre sudamos, así sabemos que estamos sanos.
B: Mi padre dice que los tocinos sois unos pesados.
P: El mío dice que vosotros sois ignorantes... Espera, no te vayas, por favor. Lo siento. También dice que sois necesarios y que el padre Puchero os necesita.
B: El padre Puchero es Zan y no hay más que hablar. ¿O crees que padre Puchero suda?
P: Supongo que una parte de él suda...no sé...
B: Cállate. Zan es padre Puchero.
P: Perdona.
B: ¿Has visto alguna vez un garbanzo de cerca?
P: Sí.
B: ¡Mentira!
P: ¿Cuándo volveré con mi familia?
B: No lo sé. Sopa está empezando a hervir, mi padre esperará a que enfríe para enviarte. ¿Cuándo has visto un garbanzo?
P: Mi padre habla con los garbanzos que se acercan a nuestras tierras. Yo voy con él.
B: ¿A qué huelen?
P: No lo sé, pero siempre están enfadados.
B: ¿Y por qué se acercan a vuestras tierras? ¡Malditos! ¿No tienen bastantes con las suyas?
P: Quieren la Olla para ellos.
B: ¿Y qué les dice tu padre?
P: Que si eliminan al resto de clanes, madre Sopa y padre Puchero no tendrán sabor.
B: ¿Sabor? ¿Qué es sabor?
P: Es el propósito de padre Puchero... (dice Balo dudando si continuar o callar)...cuando los seres de fuera abran la Olla...
P: ¿Qué seres? ¿Qué dices de fuera? Fuera no existe nada, eso son mentiras. (estoy empezando a asustarme sin saber porqué)
B: Puede ser, pero cuando ellos abran la Olla nos mezclaremos todos de nuevo.
P: ¡Ni yo ni ningún zanahoria se va a mezclar con un tocino! ¡Antes muerto!
B: Mi padre dice que esto ya ha pasado y que volverá a pasar.
P: Tu padre es un tocino chalado y tú eres un...
De pronto siento como Sopa se mueve y tengo que agarrarme a Panceta para no perder el equilibrio. Oigo un grito de mi madre y el llanto de mis hermanos. Me suelto asqueado del niño tocino y salgo al exterior a ver qué pasa. Una luz nueva e inmensa lo ilumina todo. Seres de todos los clanes corren despavoridos mezclándose entre sí en un caos sin sentido. Intento ver a mi familia, pero no los distingo entre la confusión que me rodea. Tengo un nudo en la médula y no soy capaz de moverme, estoy aterrado.
P: ¡Han abierto la Olla! (dice Panceta a mi lado)
B: ¡Mamá! ¡Mamá! (grito desesperado mientras mis lágrimas naranjas caen en Sopa)
De pronto algo viene desde el exterior de Olla y nos agarra a Sopa y a unos cuantos y nos sube hacia arriba, donde la luz es aún más cegadora. Panceta y yo nos agarramos el uno al otro inconscientemente y en mis raíces veo agazapados dos garbanzos y un patata.
P: Tranquilo Balo, nacimos para esto...
El niño tocino calla en el momento que la luz se hace menos intensa y entramos en una especie de hueco oscuro y húmedo. Dentro de esta caverna un pensamiento cruza mi cabeza, "somos sabrosos", y siento una extraña alegría. En ese mismo momento las paredes de la caverna nos aplastan a los unos contra los otros repetidas veces y de forma violenta. Los garbanzos, la patata, Panceta y yo nos mezclamos de tal forma que no sé dónde acaba mi cuerpo y empieza el de los otros. Antes de caer por un enorme tobogán vuelvo a tener un extraño pensamiento, "somos Padre Puchero" y la oscuridad se hace total.
B: ¿Sabor? ¿Qué es sabor?
P: Es el propósito de padre Puchero... (dice Balo dudando si continuar o callar)...cuando los seres de fuera abran la Olla...
P: ¿Qué seres? ¿Qué dices de fuera? Fuera no existe nada, eso son mentiras. (estoy empezando a asustarme sin saber porqué)
B: Puede ser, pero cuando ellos abran la Olla nos mezclaremos todos de nuevo.
P: ¡Ni yo ni ningún zanahoria se va a mezclar con un tocino! ¡Antes muerto!
B: Mi padre dice que esto ya ha pasado y que volverá a pasar.
P: Tu padre es un tocino chalado y tú eres un...
De pronto siento como Sopa se mueve y tengo que agarrarme a Panceta para no perder el equilibrio. Oigo un grito de mi madre y el llanto de mis hermanos. Me suelto asqueado del niño tocino y salgo al exterior a ver qué pasa. Una luz nueva e inmensa lo ilumina todo. Seres de todos los clanes corren despavoridos mezclándose entre sí en un caos sin sentido. Intento ver a mi familia, pero no los distingo entre la confusión que me rodea. Tengo un nudo en la médula y no soy capaz de moverme, estoy aterrado.
P: ¡Han abierto la Olla! (dice Panceta a mi lado)
B: ¡Mamá! ¡Mamá! (grito desesperado mientras mis lágrimas naranjas caen en Sopa)
De pronto algo viene desde el exterior de Olla y nos agarra a Sopa y a unos cuantos y nos sube hacia arriba, donde la luz es aún más cegadora. Panceta y yo nos agarramos el uno al otro inconscientemente y en mis raíces veo agazapados dos garbanzos y un patata.
P: Tranquilo Balo, nacimos para esto...
El niño tocino calla en el momento que la luz se hace menos intensa y entramos en una especie de hueco oscuro y húmedo. Dentro de esta caverna un pensamiento cruza mi cabeza, "somos sabrosos", y siento una extraña alegría. En ese mismo momento las paredes de la caverna nos aplastan a los unos contra los otros repetidas veces y de forma violenta. Los garbanzos, la patata, Panceta y yo nos mezclamos de tal forma que no sé dónde acaba mi cuerpo y empieza el de los otros. Antes de caer por un enorme tobogán vuelvo a tener un extraño pensamiento, "somos Padre Puchero" y la oscuridad se hace total.
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