Entro en la sala de los espejos y cada reflejo de mí me devuelve la mirada. Cierro los ojos para no ver y mis pies emprenden la huida. Recorro pasillos que me llevan a esquinas que desembocan en otras salas de espejos. No hay forma de encontrar la salida y ni siquiera recuerdo el momento en el que entré en este laberinto. Corro de nuevo y corro, y me espanto en cada esquina para volver a correr despavorida. Sufrimiento en cada huida. Ya basta. Caigo al suelo sin aliento. Abro los ojos y me voy arrastrando hacia una esquina aunque sé lo que hay tras ella. La supero todavía a cuatro patas y entro en la maldita sala. Voy hacia el centro y poco a poco me planto de pie y abro los ojos. Elijo un reflejo y aunque deseo golpearlo me contengo.
¡¿Quién eres?! ¡¡¿Quién eres?!!
Tengo miedo, pero no volveré a huir, no puedo volver a pasar por eso.
Aquí me quedo mirándote.
Silencio.
Vacío insoportable, pero no moriré.
No voy a dejar de mirarte, ya dejé de inventar espantos.
Me sumerjo en mi reflejo.
................................................................................................................................
Mi cuerpo se abre.
Me sumerjo en mi reflejo.
................................................................................................................................
Mi cuerpo se abre.
Y silencio.
En medio de mi calma tus ojos cambian, lo veo.
Te veo...te veo entrando en una noche oscura, caminando hacia lo profundo.
Tu paso siembra destellos de luz.
Te veo danzar.
Oigo tu canto que abre la oscuridad y deja que entre el mar.
Te veo danzar.
Oigo tu canto que abre la oscuridad y deja que entre el mar.
Antes de que el agua atraviese el espejo yo rompo en llanto y me uno a ti en una cascada que inunda la sala. Me veo llorar en cada reflejo, mi llanto multiplicado hasta el infinito. Mojada pienso que si el agua sigue subiendo me ahogaré...por eso intento correr, pero mis piernas convertidas en cola de sirena bucean la sala como si fuera el océano.
Y respiro.
Puedo respirar en este agua hecha del dolor que viví.
Ahora recuerdo, me acuerdo de la danza entre los mundos.
¡Lo recuerdo!
Y respiro.
Puedo respirar en este agua hecha del dolor que viví.
Ahora recuerdo, me acuerdo de la danza entre los mundos.
¡Lo recuerdo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario