jueves, 13 de junio de 2013

LUCÍA MANO ANCHA

Aprovechando que la profe de anatomía había salido a mear, Lucía mano ancha agarró el cartabón y se lo lanzó a Pedro con tan buena puntería que se lo clavó en la cabeza. Pedro se quedó congelado tres segundos antes de empezar a  gritar como si la vida se le fuera en ello. Lucía mano ancha aprovechó la oportunidad que se abría en el hueco de la boca abierta de Pedro y cogiendo la grapadora la lanzó hacia sus paletas. Pedro recibió el impacto que acalló su grito y cayó en silencio manchando el suelo de sangre. Acto seguido la profe entró en el aula y una goma de borrar se le coló entre las tetas. Asombrada levantó la vista buscando al culpable de semejante fechoría y vio a Lucía mano ancha de pie en su pupitre. Lucía sonreía mientras lanzaba a diestro y siniestro lápices, bolígrafos  y sacapuntas. Cuando empezó con los compases sus compañeros buscaron refugio debajo de los pupitres y la profe se escondió detrás de Totino, el esqueleto de la clase. Lucía mano ancha al ver que no le quedaba ningún material escolar a mano , empuñó su silla y sosteniéndola encima de su cabeza gritó histérica: “Vosotros sois los anormales, estrechos de manos y  de mente” .

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