
Soñé que me había separado de ti. Algo que parecía terriblemente lógico me decía que había ocurrido porque yo lo había deseado, y tuve el leve recuerdo de haber pensado: "¿cómo sería vivir sin ti?" Todo se cerró en mi mente y creí caer en un infierno. Si yo había deseado aquello era normal estar ahora separada de ti. Mi pensamiento había tenido efectos. Y lo peor, era mi culpa. Pensaba en ti y en lo enfadado que estarías. Un miedo terrible se apoderó de mí. Deseaba volver contigo, pero sentía que no podía. Qué no era una opción. Es más, empecé a pensar que tú mismo estarías buscándome para regañarme. No podía soportar que ya no me amaras. No podía soportar haberte decepcionado. Y de alguna manera empecé a odiar también esa parte de mi que estaba tan enferma como para poder llegar a desear vivir sin ti. ¿Por qué lo pensé? ¿Por qué lo pensé? Me atormentaba el remordimiento. Sólo quería encontrar la manera de arreglarlo, de volver a recuperar tu amor ,sin el cual me encontraba perdida.
Un día encontré a un hombre que me dijo que tú no estabas enfadado, que me seguías queriendo exactamente de la misma manera. Que yo seguía siendo para ti esa joya de inocencia. Tu niña de siempre. Tu obra de arte Padre. Mis ojos lloraron y caí tendida en la tierra. Por fin podía dejar de dar vueltas en círculo sintiendo que no llegaba a ningún sitio. Ahora podía volver a casa. Todavía estaba el problema de esa parte de mi que deseó separarse de ti, que yo tenía absolutamente a raya, y que odiaba profundamente. Pero este mismo hombre me dijo que esa parte en verdad no existía. Que si te quería tanto, ¿porque iba yo a desear realmente separarme de ti? Qué no tenía sentido. Algo en mi empezó a poner en duda tantas cosas que había dado por hecho desde mi huida. Yo había dado por hecho que había hecho algo terrible. Que había deseado lo indeseable. Pero , ¿por qué entonces deseaba también tanto volver a casa de nuevo? Algo no tenía sentido. Desde que marché, lo único que había hecho era alejarme por miedo, y buscar cualquier sustituto del hogar, cualquier cosa que me recordara a ti Padre. Pero nada me había servido. Por eso empecé a pensar: "¿y si realmente nunca había deseado algo así?" Una cosa era pensarlo, como una posibilidad, y otra desearlo realmente de corazón. O al menos jamás hubiera yo deseado este infierno. ¿Para qué? ¿Qué sentido podría tener? Alguna vez pensé que quizás si pasaba dignamente por este infierno podría conseguir que volvieses a por mi Padre y que me perdonaras. Pero, ¿y si en mi interior no había nada podrido? Entonces no era necesario todo este camino de dolor sin sentido. ¿Y si en mi interior lo único que había era tu amor como siempre fue? ¿Y si aquello que creí que sucedió en verdad nunca había pasado.?¿Y si sólo había sido un mal sueño, un malentendido? Aquel hombre me dijo que tú me esperabas. Que esperabas simplemente a que yo me diese cuenta de que no podía separarme de ti. Qué que no había nada malo en mi. Qué tú me conocías tan profundamente que sabías que yo era perfecta e inocente. Que toda esta huida había sido sólo una ilusión. Que seguía estando en tu corazón como siempre lo estuve. Que me sostenías, pero que yo me había quedado dormida y soñaba con este exilio. Madre mía, era tan bonito lo que decía que parecía imposible. Pero yo ya estaba cansada de caminar hacia ninguna parte, de sufrir lejos de casa. Así que decidí seguir a aquel hombre y dejar de huir.
Ahora camino con él y siento a momentos que me mira y me cuida como si me conociese. Ay este hombre que me acompaña se ha convertido en un gran amigo, en un hermano. Siento que me ama mucho y por alguna razón que desconozco se me hace tan natural. A veces dudo de mi propia voluntad, me atormento pensando que no merezco volver, que quizás esa parte errónea de mí es cierta, pero luego lo oigo hablar y la lógica cae por su propio peso. Deseo estar contigo, es lo que más deseo porque el Amor va hacia el Amor, por eso camino cada día con él este viaje sin distancia.
Mi vida ya no es un infierno. Cada vez estoy más segura de que me reencontraré contigo Padre y todo este mal entendido ni lo recordaré. Pero ahora aprendo del silencio y lloro a momentos soltando todo el barro del camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario