MAR: Alguna dice que es imposible nacer sin madre.
RUT: Eso es una tontería. Es querer creer lo que no existe.
MAR: Entonces, ¿porque anhelo algo que no existe? Si no existe y nunca la he visto, ¿por que la echo de menos?
RUT: Vete a saber; tienes demasiada imaginación.
NUR: A mí me gustan tus cuentos Mar.
MAR: Lo sé Nur, a veces los escribo pensando en ti. Oye Rut, sé que te parecerá raro, pero a veces hasta hablo con ella.
RUT: No sigas por ahí Mar. El mundo es duro, eso sí es verdad. No quieras escapar de la cruda realidad o será peor. A mi no me hace falta tener una madre para sobrevivir a pesar de toda la mierda por la que tenemos que pasar antes de irnos a dormir cada maldito día.
NUR: A mi cuesta el mundo. Me gustaría que existiesen las madres, pero a veces pienso que si mi mamá existiese sería peor.
MAR: ¿Peor que sentirse desamparada todo el rato? No te entiendo.
NUR: Si existe mi mamá, ¿dónde está? ¿Porque no está conmigo que soy su hija? Las que proclaman que las mamás existen dicen que son amorosas, entonces ¿por qué se fueron? A veces siento que las odio por abandonarnos. Pero luego recuerdo que no existen y me tranquilizo.
BET: Yo nunca he pensado en eso de las madres la verdad. Pero hace unos meses, salí a cazar con Runa, y es como tu Mar. No paraba de hablar de que si las madres existen, que si somos sus hijas… Y no sé por qué casi empecé a creerme todo aquello, pero me hizo sentir peor.
MAR: No os entiendo, ¿cómo te puede hacer sentir peor que exista una madre que te quiere?
BET: Pensé que si ya no estaba a mi lado era por que yo había hecho algo y ella se había enfadado. Luego pensé en nuestra tribu y me avergoncé de la forma en la que vivimos. Sí, no queréis oírlo, pero es horrible lo que hemos llegado a hacer para sobrevivir. Pensé que las madres se habían ido por nuestra culpa, avergonzadas de nosotras. Por eso cada vez que nos movemos limpio nuestro rastro. Si existen, no quiero que nos encuentren. Si son madres, seguro que son poderosas y me aterra que quieran darnos una buena regañina.
NUR: Nos mereceríamos su ira. Yo me avergüenzo de cómo vivimos.
MAR: Yo me niego a creer algo así. Chicas, a veces oigo una canción. Es como un susurro que me arrulla y me quedo dormida. Luego me levanto con la sensación de que tengo una mamá que me ama. Siento que con su canto me está llamando. Me pide que la busque. Que no me crea que sólo existe nuestro mundo.
RUT: Esa canción te la cantas tú misma.No hay nadie más Mar. Sólo somos nosotras en este mundo y nuestra tribu perdida. Nadie ha visto jamás una madre. Bet, Nur, no temáis lo que no existe. Bastantes terrores reales hemos de enfrentar cada día.
MAR: Quizás tengas razón Rut. Pero sería tan bonito que cada chica de la tribu tuviese una madre.
RUT: Lo sería, pero eso no lo hace verdad.
MAR: ¿Queréis que os cante la canción?
RUT: Ni se te ocurra meterme en tus paranoias. Estoy cansada. Buenas noches.
MAR: ¿Y vosotras? Tú Nur, ¿quieres oírla?
NUR: Adiós Bet, buenas noches. No lo sé Mar, me da un poco de miedo.
MAR: Te prometo que no da miedo. Ya me conoces. Jamás te asustaría.
NUR: Bueno, pero bajito, que no nos oigan.
MAR: "Hija de mi corazón, siempre estás a salvo. Mi infinito Amor te protege y nada puede separarme de lo que de mi Ser nació. Siente mi amor y camina a salvo. "
Estás llorando.
NUR: Si decides buscarla, yo iré contigo Mar.
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