jueves, 12 de septiembre de 2013

En el origen

puedo imaginar el resplandor de tu rostro en el mar
sentir tu presencia en el espacio vacío de mi voz
cerrar los ojos para verte y escalofriar mi corazón
cantar tu nombre para traerte cerquita y templado
resbalarme en la eternidad de tu presencia invisible
rezarte cada día a cada hora para oírte un instante
bailar la tierra para sacarte de tu escondrijo
quemar el aire para despertarte a mi existencia
seguir a tientas esperando tu oportuno rescate
romper mi muro y esparcirme loca de amor fuera
o llorar hasta desgastar mi ceguera y verte siempre
en todas partes


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